Aunque nos sea obvio para la mayoría, nunca está de más recordar lo altamente peligroso que es el consumo de drogas y todavía más conducir bajo los efectos de cualquier tipo de estupefaciente.
Cada 26 de junio es el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, este día tiene como objetivo crear conciencia sobre el gran problema que las drogas representan para la sociedad.
Por eso, creemos oportuno hacer hincapié en este asunto, mucho más extendido del que muchos creeréis.
Pues la mitad de los conductores fallecidos en 2020 habían consumido alcohol, drogas o psicofármacos.
De ellos dieron positivo el 31,2% en alcohol, el 20% en drogas y el 13,4% en psicofármacos.
La mayoría de los positivos conducían turismos; automóviles y motocicletas.
Efectos letales de las drogas en la conducción
Los efectos varían según la droga, estos dependen de cómo actúa la droga en el cerebro.
Lo que hay que tener claro es que todos los tipos de droga provocan que el consumidor no esté en sus plenas facultades al volante, teniendo menos reflejos o llevándole a una conducción más violenta.
Poniéndose en peligro no solo a él mismo y a sus acompañantes, sino también al resto de vehículos y peatones que transiten en la zona.
Ejemplos de efectos:
La marihuana disminuye la coordinación, el tiempo de reacción y la capacidad para evaluar tiempo y distancia.
La cocaína o metanfetamina provoca que los consumidores conduzcan de forma agresiva o imprudente.
Hasta medicamentos recetados, incluidos los opioides y las benzodiacepinas, pueden causar mareos y aletargamiento y disminuir el funcionamiento de las capacidades cognitivas: capacidad de juicio y capacidad de pensar, por eso es muy importante mirar los efectos secundarios de los medicamentos que estés consumiendo y si puede afectar, que conduzca otra persona.
Estas deficiencias son todas peligrosísimas al volante y pueden causar accidentes de tránsito sin que te lo esperes.
Tolerancia cero
Por esta razón, la DGT pone en marcha campañas que intensifican la vigilancia sobre el riesgo que supone el consumo de alcohol y/o drogas y la conducción y aumenta los puntos de control, estableciéndolos en todo tipo de carreteras y a cualquier hora del día. Con el objetivo de evitar que personas que hayan ingerido alcohol o hayan consumido drogas circulen por las carreteras.
Además, es importante remarcar también la tolerancia cero con este tipo de conductas para impedir que personas que hayan bebido o hayan ingerido cualquier tipo de drogas se pongan al volante y evitar siempre subirse a un vehículo en el que el conductor se encuentre en esas condiciones.
Si presencias un accidente de tráfico, es importante saber cómo actuar al respecto, te lo contamos en otro post.
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