Conducir en la nieve no tiene por qué ser peligroso. Si utilizas la técnica apropiada y alguna física muy básica, las posibilidades de causar o tener un accidente son muy escasas.
Si sigues los consejos, sugerencias y trucos de este post, podrás aumentar considerablemente tu seguridad durante la conducción en condiciones de nieve.
– Cómo salir de un pequeño agujero de nieve
Si planeas conducir en la nieve, al final te puedes quedar atascado en algún punto y que el coche derrape al salir. Los estacionamientos, los semáforos, las señales de alto, e incluso una ligera inclinación pueden hacer que te quedes atascado y ahora llega la pregunta ¿Cómo sales de ese lío?
Lo mejor que se puede hacer es tratar de «sacudir» el auto de un lado a otro. Se trata de balancear el vehículo de un lado a otro, es de esa forma podrás ganar fricción. Una vez que tengas suficiente impulso por lo general el vehículo iniciará el movimiento.
El truco es dar una de gas y dejar que el coche ruede hacia adelante y cuando no pueda rodar más, suelte el gas y deje que su coche ruede hacia atrás. Tan pronto como su auto ya no pueda retroceder, vuelva a darle gas. Repite este proceso tantas veces como sea necesario para liberarte
A veces, balancear el vehículo no funciona. En ese caso, es posible que necesites una pala y cavar un sendero. También se puede poner algo cerca de las llantas, como arena o arena para gatos (si, como suena), para ayudar a que las llantas se agarren.
Otro truco es usar el líquido del limpiaparabrisas para derretir la nieve alrededor de las llantas de su vehículo.
– Iniciar la marcha en nieve
Esto no es tan difícil, pero a veces necesitas usar un poco de técnica. La clave es utilizar la mayor presión posible sobre el gas hasta que las ruedas se suelten.
Una vez que las ruedas empieza a aflojar, soltando un poco el gas. Si haciendo este proceso no tracciona el vehículo, hay que “jugar” con el gas hasta que notes como se agarra al suelo.
Un vehículo de tracción delantera lo arrastrará a través de la nieve y no debería causar muchos problemas.
En un vehículo de tracción trasera, el extremo trasero puede comenzar a deslizarse hacia la izquierda o hacia la derecha. Si esto ocurre, necesita recuperar la tracción de los neumáticos traseros, lo que puede hacer soltando un poco el gas.
Siempre has de tratar de ir de frente, así que si la parte trasera del vehículo se desliza hacia la izquierda, eso forzará a la parte delantera de su vehículo a ir hacia la derecha. Simplemente gire a la izquierda para enderezar o viceversa.
– Velocidad y distancia de seguimiento con nieve
Es importante mantener una distancia de seguridad amplia. No existe una fórmula mágica para determinar la velocidad adecuada para conducir en la nieve porque todas las situaciones son diferentes.
En algunos casos, puede que tengas que conducir tan despacio que necesites ponerte las luces intermitentes, pero siempre se ha de preservar un distanciamiento lo suficientemente largo para que la frenada y el patinazo provocado por la nieve den tiempo a detener el vehículo antes de colisionar.
– Detenerse rápidamente en nieve
Detenerse rápidamente en la nieve es mucho más fácil ahora que antes. Los sistemas antibloqueo de frenos (ABS) han mejorado drásticamente la seguridad porque todo lo que necesitas hacer es pisar el pedal de freno y mantenerlo.
El sistema ABS está específicamente diseñado para darle la mayor potencia de frenado sin perder tracción. Esto significa que puedes seguir girando alrededor de los objetos (dentro de lo razonable).
– Giros en la nieve
La mayoría de los giros en la nieve ocurren durante curvas y giros. Siempre se debe de frenar antes de una curva, no durante la misma, de esta forma se evitará realizar el movimiento espiral.
Frenar durante un giro hará que la fuerza centrífuga se mueva hacia adelante. Lo ideal es disminuiría la velocidad lo suficiente antes de la curva como para poder acelerar ligeramente a través de ella. Tener cuidado de no acelerar demasiado, pero al acelerar, lo que está haciendo es cambiar el peso de la parte delantera del vehículo a la parte trasera, lo que le ayudará a mantener la tracción.
También debe de tener cuidado cerca de puentes, pasos subterráneos y túneles. Estas áreas no sólo pueden congelarse antes que otras partes de la carretera, sino que las condiciones del viento a menudo cambian drásticamente. Por ejemplo, cuando se conduce debajo de un paso elevado, el viento se detiene repentinamente durante un breve instante antes de que regrese. La más mínima sacudida o reacción exagerada de su parte podría provocarle un giro.
– Cuidado con los puentes, túneles y pasos a desnivel
La mayor parte del tiempo, vemos esos carteles delante de los puentes que avisan que el túnel o el puente pueden estar congelados, y la realidad es que apenas prestamos atención.
El 99% de las veces, el puente no está helado. Incluso cuando se conduce en la nieve o en el hielo, los puentes no representan un gran problema, sin embargo, los puentes son realmente peligrosos y pueden congelarse mucho más rápido que otras superficies de carreteras.
Por ejemplo, digamos que un quitanieves pasa por encima de un puente y echa sal. La superficie de la calzada cambiará de nieve / cubierta de hielo a simplemente estar mojada. Sin embargo, a medida que la sal comienza a desgastarse y a perder su efecto, esa misma humedad se formará en el camino, aunque el resto de la carretera pueda estar libre de nieve y hielo.
– Dele a los quitanieves mucho espacio
La visibilidad es casi siempre muy baja cuando se conduce en la nieve y esto es especialmente cierto en el caso de las quitanieves.
Es por eso que pasar un quitanieves puede ser extremadamente peligroso, es imperativo para su seguridad y la de todos los demás que se tome su tiempo y conduzca despacio cuando vea un quitanieves, deles mucho espacio y relájese.
Puede que con estos consejos tardes un poco, pero al menos llegarás a salvo.